Nació
en París el 12 enero de 1628, junto a su hermano gemelo, en el seno de una
familia perteneciente a la alta burguesía.
Estudió
literatura en el colegio de Beauvais en París, desde 1637, con notas
sobresalientes.
En
1654, es nombrado funcionario, para trabajar a las órdenes de su hermano mayor,
que se desempeñaba como Recaudador General. Desde 1663, fue secretario de la
Academia Francesa y comenzó a trabajar bajo las órdenes de Colbert. En 1665, se convierte en el
primero de los funcionarios reales. En
1672 se casó con Marie Guichon, con quien tuvo cuatro hijos, pero
quedó viudo, al fallecer su esposa, tras el último alumbramiento.
Aportes a la Literatura infantil
Charles
Perrault escribió varios de los cuentos
clásicos con que hemos crecimos:
y es que éste escritor francés fue
uno de los encargados de recopilar y recuperar aquellas historias que la
tradición oral popularizó en aquella época, y las enfocó en el público
infantil. En
1697, cuando contaba con sesenta y nueve años de edad, escribe “Les Histoires et contes
du temps passé
avec des moralités, ou
Contes de ma
Mère l’Oye” (“Historias o Cuentos del tiempo
pasado o Cuentos de mi madre la Oca”). Con este libro, que publica con el
nombre de su hijo Pierre Darmancour, inaugura el género literario de
los cuentos de hadas.
A
pesar de haber cultivado diversos géneros literarios, Charles Perrault pasó a la historia sobre todo por
sus cuentos entre los que figuran “Cuentos
de Mamá Oca” conocido por la ilustración que figuraba
en la cubierta de la edición original.Con
sus Historias o Cuentos del tiempo pasado consigue gran fama e inaugura el
género literario de los cuentos de hadas.
Obras Literarias
Charles Perrault (1628-1703) se hizo célebre por
recoger antiguos relatos de la tradición popular francesa y adaptarlos a los
gustos refinados de la corte de Luis XIV. Para lograrlo, tuvo que suavizar la
crudeza de las versiones originales, cuyo contenido era especialmente violento,
escatológico y sexual.
Además, Perrault añadió a las historias algún toque
de humor y también unas moralejas al final de
cada cuento.
Pero, a pesar de los retoques, los
cuentos de Perrault estaban basados en historias
realmente espeluznantes de asesinos en serie, canibalismo, castigos inhumanos e
infanticidios. Además, el escritor conservó algunos elementos poco decorosos e,
incluso, escandalosos,
que, en ocasiones, eran reforzados
en las moralejas.
Caperucita Roja
En la tradición popular, por
ejemplo, Caperucita llegaba a beber la sangre de
la abuela y a comer trozos de su carne, engañada por el lobo. Perrault eliminó el canibalismo pero
mantuvo las connotaciones sexuales de la historia:
Caperucita Roja
se desvistió y se metió en la cama.
La sensualidad del cuento de Caperucita se acentúa en la moraleja del cuento.
La bella Durmiente
En La
bella durmiente, la madre del príncipe, mientras él está en la guerra, quiso
que su mayordomo le cocinase primero a su nieta Aurora, después a su nieto Día,
y, finalmente, a su nuera. Todos ellos en salsa Robert, salsa picante a base de
pepinillos
y mostaza muy apropiada para las carnes.
Barba Azul
Sin duda, uno de los cuentos
más terroríficos de Perrault era Barba
Azul, el
asesino en serie que va degollando a sus sucesivas esposas, cuando se atreven a
desobedecer la orden de no entrar en una habitación cerrada (en la que mantiene
los cadáveres ensangrentados de todas ellas)
Las Hadas
En Las
hadas, una madre viuda echa a sus dos hijas de la casa por diferentes motivos:
la buena terminará casándose con un príncipe pero la mala sufrirá el castigo de
expulsar un sapo y una culebra con cada palabra que pronuncie. Por si esto no
fuera suficiente, acabará muriendo, abandonada por todos.
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